viernes, 4 de diciembre de 2009

Zanola preso, toda la burocracia sindical en la picota

¿Un 'mani pulite' que acabaría con los K?

El criminal negociado por el cual fue detenido el “sindicalista” Juan José Zanola el lunes pasado no es ciertamente un delito cualquiera; tampoco ocasional. La “mafia de los remedios”, según Clarín, opera desde fines de los años ’90 con el manejo de millones de pesos del aporte de los trabajadores. La maniobra se concentraba en cobrar al Estado el financiamiento de tratamientos de alta complejidad que nunca se realizaban y de remedios de muy alto costo que jamás se fabricaban.

Los fondos para este propósito los administraba la Superintendencia de Salud del Ministerio respectivo. Su dirección siempre estuvo vinculada a hombres de extrema confianza del Poder Ejecutivo, es decir, de los Kirchner. Y se desviaban del siguiente modo: las droguerías asociadas a la estafa no suministraban remedios sino sólo los troqueles (el pedacito de cartón con el código de barras que se usa como constancia de la supuesta entrega del medicamento). A su turno, la obra social bancaria reclamaba, con tales “constancias”, el reintegro por el remedio y el tratamiento fantasma y los funcionarios del gobierno se hacían los osos. Una especie de billar a tres bandas y una radiografía del trípode del poder: los funcionarios estatales, la burocracia sindical y los negocios del crimen organizado.

Según Página/12, en el Juzgado que lleva adelante la causa se investiga además el suministro, a través de la misma obra social, de remedios que provenían de la piratería del asfalto y de otros robados de programas nacionales que prevén su distribución gratuita. La investigación incluye, por fin, el tráfico de remedios adulterados muy caros. Incluso para pacientes de enfermedades graves, que podrían haber provocado su muerte.

Las droguerías de marras, muchas de las cuales eran sellos de goma, estaban vinculadas con Néstor Lorenzo, que la ex funcionaria Graciela Ocaña bautizara como el “Yabrán de los medicamentos”. El hombre, apresado junto a Zanola, habría debutado en la actividad con la importación de leche contaminada en uno de los primeros grandes negociados del primer gobierno menemista y desde entonces no se despegó de sus relaciones con el poder. Lorenzo supo tener como socio a alguno de los tres empresarios farmacéuticos asesinados tiempo atrás en lo que la prensa calificó como un “ajuste de cuentas” vinculado al negocio del narcotráfico y estaba asociado a Zanola en varios emprendimientos.

Lorenzo y su gente, además, están vinculados al aporte de fondos a la campaña electoral del kirchnerismo. Hace dos meses un editorial de La Nación planteó que detrás de la mafia de los medicamentos se encuentra el “financiamiento de la política”. Este martes, Ambito Financiero recordó que “la financiación de la política ha estado en el centro de las crisis políticas más severas”, como fue el caso de Italia y España algún tiempo atrás. Para evitar la gangrena, “ningún sindicalista salió a defender a Zanola”, y los periodistas que se informan en los mentideros oficiales indican que es posible que el gobierno que lo sostuvo hasta ahora le haya soltado la mano. Tengamos en cuenta que Zanola retuvo en octubre pasado la conducción del sindicato bancario con elecciones impugnadas por fraudulentas pero reconocidas por el Ministerio de Trabajo. El ministro Tomada es socio de Carlos Marín en su estudio jurídico, un abogado... de la Asociación Bancaria que, dicen los comentaristas del diario de los Noble, “fue el último eslabón que terminó de sellar la alianza de Zanola con el kirchnerismo”.

La podredumbre, como se ve, no es poca. La causa en la cual está involucrado Zanola incluye la investigación de la situación en varias decenas de otras obras sociales. El juez Oyarbide, a cargo del asunto, tramita asimismo en su juzgado la investigación por el crecimiento patrimonial de la pareja Kirchner. El analista político de La Nación supone que el juez podría archivar este último asunto luego de la “credibilidad” conseguida con su seguimiento del affaire de los medicamentos, en la hipótesis de que el devaluado Zanola funcionara como una suerte de chivo expiatorio. Lo que podría ser el principio del fin sería entonces el fin del principio.

Pablo Rieznik

No hay comentarios: