4 febrero, 2013 |
Hoy se realizó la inspección ocular en Barracas y Avellaneda,
los lugares donde se desarrolló el ataque de la patota de la Unión
Ferroviaria.
El tribunal, la fiscalía y los abogados formaban una numerosa
comitiva. La inspección comenzó pocos minutos después de las doce del
mediodía, una vez que el presidente del tribunal anunció a viva voz que
estaban presentes todas las partes y podía darse inicio al recorrido.
Grabador en mano, el mismo juez fue registrando los pedidos de los
abogados y le transmitía al camarógrafo de gendarmería las vistas que
debía tomar.
Todo el operativo de seguridad estuvo a cargo de Gendarmería.
Solamente se hicieron presentes los policías imputados, mientras que los
detenidos prefirieron no concurrir.
Toda la zona estaba cubierta de pintadas del Partido Obrero
reclamando justicia por Mariano y perpetua a Pedraza. Una delegación de
compañeros de militancia de Mariano acompañó el recorrido de punta a
punta.
Los puntos centrales de los que se tomaron vista fueron el puente
Bosch y el acceso por el cual los manifestantes intentaron subir a las
vías, siendo agredidos a piedrazos por la patota. Luego, la comitiva se
desplazó con la calle Luján, deteniéndose en Luján y Santa Elena, donde
los manifestantes se detuvieron a reponerse luego de la primera agresión
y realizaron la asamblea que daría por concluida la movilización; más
adelante, se detuvo en la esquina de Perdriel, donde Mariano cayó herido
de muerte, y finalmente, en la esquina de Limay, donde cayó herida Elsa
Rodríguez. De regreso hacia las vías, también por la calle Luján, la
comitiva se detuvo en el portón del playón de Chevallier, donde la
patota acorraló a los periodistas de C5N.
En un momento, el abogado Freeland pidió que se tomara vista de una
calle, ilusionado con que refutaría a uno de los testigos que declaró
contra los acusados. Se equivocó de arteria; se dio cuenta de su error
más adelante, pero prefirió mantenerse callado. Los jueces también se
ubicaron en la casa de un testigo -ubicada muy próxima al puente
ferroviario, sobre la calle Luján- que declaró en el juicio haber visto a
dos personas bajar de un auto estacionado frente a su domicilio
cargando un bolso con armas y dirigirse al encuentro con la patota.
Luego, la mayor parte de la delegación trepó al puente ferroviario
que cruza Luján, escalando el terraplén. Desde allí se tomó vista desde
el lugar que ocupó la patota antes de lanzarse contra la manifestación,
que se estaba retirando. La comitiva caminó por las vías unos cien
metros, hasta la estación Yrigoyen: se trata del mismo recorrido, pero
en sentido contrario, que hizo Favale, al frente de un grupo de
barrabravas, para unirse a la patota.
De allí, la comitiva volvió sobre sus pasos y cruzó el puente Bosch
en dirección a Avellaneda. Giró por Giribone, y luego de recorrer
doscientos metros, retomó la calle Lebehnson y se detuvo unos momentos
en el viejo local del Partido Obrero de Avellaneda. Por último, la
comitiva se desplazó a la estación Avellaneda y recorrió el andén 1,
hasta la punta. Desde allí se puede observar el playón de Carrefour,
donde estuvieron estacionados los camiones y grupos de combate de la
Policía Federal, entre las 10 de la mañana hasta las 14 horas, cuando la
agresión criminal ya se había consumado y Mariano estaba muerto.
Mañana se reanudan las audiencias. Trascendió que mañana ampliaría su
declaración indagatoria el policía Hugo Lompizano, quien estaba a cargo
de la Dirección General de Operaciones. En principio, estaba previsto
que los alegatos comiencen el próximo 8 de febrero. Esa fecha puede
postergarse algunos días más si otros imputados deciden declarar, luego
de refugiarse durante cinco meses en el silencio.
Justicia por Mariano. Perpetua a Pedraza.
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