viernes, 27 de noviembre de 2009

Hinchadas Unidas Argentinas

Mafiosos con cláusula de 'paz social'

Siempre la realidad supera la ficción. Tato Bores nunca se hubiera podido imaginar que su famoso personaje del “sindicato de ladrones de pasacasset” alguna vez se transformaría en realidad. Lo hizo posible como cabeza visible Marcelo Mallo, un puntero quilmeño de Aníbal Fernández que supo ser ministro de “Desarrollo social” del intendente Villordo, que ahora inventa el “sindicato” de las barras bravas argentinas.

Mallo, un barra de segunda de las épocas de José Barrita, el mítico “abuelo” de Boca, ha creado una ONG copiada del modelo que en su momento hizo poderoso al “Abuelo”, que extorsionaba a jugadores, directivos, regenteaba negocios y hasta armó un circuito de ‘merchandising’ hoy popularizado en todas las barras bravas medianamente organizadas.

La idea no es de Mallo, él es sólo el instrumentador de Kirchner, que ha visto en un acuerdo con todos los mafiosos de los clubes una oportunidad política para desarrollar su propia campaña política. Con una K inscripta en cada punta de la bandera argentina ha debutado la ONG de los delincuentes que se puso el pomposo nombre de Hinchadas Unidas Argentinas.

Ahora Mallo ha sumado a las barras del ascenso que, por lejos, están aun más descompuestas que las de la A, pues se matan por las sobras de una ventaja económica. Los jugadores están recibiendo aprietes desde hace meses para que entreguen plata para el mundial. La comercialización de gaseosas en las canchas ha pasado a ser directamente de los barras. Coca Cola dio la luz de largada al ponerle un bar al jefe de barra de Independiente para comercializar su gaseosa en las canchas.

Todos ellos tienen en su haber 292 muertos en enfrentamientos en las canchas y sus alrededores, y centenares de discapacitados. Claro que un “sindicato” de mafiosos no puede hacer otra cosa que transformarse en un rehén de lo más podrido de la política argentina.

El “modelito sindical” inventado por Mallo tiene una cláusula de paz social a lo Kirchner. No se puede armar quilombo en las canchas hasta junio del 2010 y hay que participar de todos los actos políticos del kirchnerismo con los “adicionales” que sean necesarios y finalmente poner en las tribunas donde juegue Argentina en el mundial la bandera “Kirchner vuelve”. Si esto ocurre, los propósitos de Mallo son aun mas siniestros, pues ha empezado una campaña tratando de demostrar que si de aquí al Mundial cesan las peleas, “los pibes de la 12” se pueden “reinsertar en el futbol”, lo que no es más que una presión para eliminar el derecho de admisión que pesa sobre los mas pesados de estos mafiosos.

No es poco para quien llegó a la presidencia con la consigna “un país en serio”.

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