jueves, 23 de julio de 2009

Un monólogo entre capitalistas y burócratas

Los “lupineros”, como se llama a los kirchneristas en la tierra de don Néstor, se están agarrando a las trompadas. Si por la uña se reconoce al león, la crisis política santacruceña es un retrato vivo de la situación que enfrenta el matrimonial elenco en el poder. En la otra punta del país, Scioli quiere armar un gobierno “sin los Kirchner... aunque no sea contra ellos”, según informa Clarín, o sea que no aclara si es para proteger al casal de Olivos o para enterrarlo. Si el aparato de intendentes se alambra en la provincia, los K se van a desintegrar por una explosión interna antes que por las cornadas ‘destituyentes’ de la Mesa de Enlace.

Los opositores a los K no ocultan su temor, sin embargo, de que en el río revuelto se cuele el hartazgo popular. Grondonita advirtió el domingo pasado contra un ‘replay’ de la Alianza que acabe como en 2001. Los que suponen que cuentan en su favor con una derechización del electorado no olvidan, sin embargo, el derrumbe de Michetti en las dos últimas semanas de la campaña electoral. Por eso, las conspiraciones en marcha toman el cuidado de no afectar la “gobernabilidad”– lo cual es una alevosa contradicción de propósitos. Los ‘gorilettis’ rioplatenses están a la espera del desenlace de la crisis en Honduras para decidir entre el paciente trabajo del serrucho o el no siempre más contundente del martillo. De todos modos, a no equivocarse, pues la agenda de conjunto de oficialistas y opositores es la misma: recuperar el crédito internacional para hacer frente a la recesión y a la crisis fiscal y financiera. Está en debate una ofensiva general contra los trabajadores. La CGT y la CTA marchan al Consejo que quiere armar el gobierno, para ponerse a la orden del verdugo. (NOTA COMPLETA AQUÍ)

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